sábado, 4 de abril de 2015

Silencio

Es el silencio cómplice.
Es al que miro de reojo, con cierto odio.
Tan insípido, tan nada, tan vacio que encierra al todo
porque todo es posible en su globo, en su cristal.
Todo el tiempo le pertenece
todas las preguntas y ninguna respuesta son suyas.
Es el silencio el eterno.
El que no conoce la muerte, es el silencio el que acuna,
el que seduce,
y el que amedranta.
Es el silencio al que convoco en la vida
para respirar silencio,
porque es puro, es puro,
vacio sin pecados,
vacio y con todas las posibilidades abrazadas en su entorno
cielo y tierra lo sujetan, lo limitan, lo encierran.
Silencio.



Vacío

Entre el vacío de la habitación
rodeada de blanco por los cuatros lados.
Todo parece dilatarse, extenderse y
se extiende el silencio.
Infinito momento
como colgado de la pezuña de un rapaz,
eterno como el nombre de Dios.

Se cubre solo de aire
su cuerpo desnudo
apoyado en el parquet.

Solo ella tiene el poder.
Solo ella acordará si existe futuro.
Si esa tranquera
si ese aire oscuro

interrumpirá el hoy.